martes, 16 de julio de 2019

Bosques venezolanos mantienen a raya al cambio climático

Los árboles embellecen el entorno y sirven de refugio contra la inclemencia del Sol. Sin embargo, su fin no es ornamental ni se limita a dar sombra. Los ecosistemas donde predominan este tipo de plantas son imprescindibles para la vida en la Tierra, sea esta de origen animal o vegetal.

Tan relevantes son los bosques, que pueden controlar el calentamiento del planeta atrapando dióxido de carbono, almacenando gran parte del carbono en la madera, suelo y materia orgánica muerta, y devolviendo oxígeno a la atmósfera. Por eso se conocen como sumideros o depósitos naturales de carbono.

Eso es precisamente lo que hacen en Venezuela: contener la expansión del cambio climático. De no ser por los bosques, que cubren más del 50% de la superficie terrestre del país, la contribución nacional a la emisión global de gases de efecto invernadero (GEI) no sería de 243.380 gigagramos de dióxido de carbono equivalente (Gg CO2 eq), es decir, apenas 0,49% del total mundial.

Si no se contara con esa gran proporción boscosa, el sector de Agricultura, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra (Asout) alcanzaría una emisión del 30% cuando actualmente es de 2%.

“Gracias a nuestros bosques, de alguna manera estamos mitigando nuestra capacidad de impactar la atmósfera”, indicó Carlos Méndez, jefe del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Según el más reciente Ingei venezolano, el sector que más emite GEI es Energía con 84%, seguido por PIUP con 12%, y Asout y Desechos con 2% cada uno. Este inventario fue elaborado por el Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global del IVIC, y presentado en 2017 en la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático ante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

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